Imaginemos que tenemos una habitación vacía en casa a la que aún no hemos encontrado ninguna utilidad clara, puede incluso que acabe siendo utilizada como trastero improvisado. ¿Por dejar esta habitación sin aprovechar?
Una de las opciones es crear un despacho o una habitación de estudio para tener guardados los libros, el ordenador e incluso poner una butaca para poder leer tranquilamente. El primer paso, es decidir, donde vamos a poner el escritorio, puesto que éste condicionará la distribución del resto de la estancia.
Básicamente, tenemos dos opciones para ubicar el escritorio. En primer lugar colocarlo frente a la pared, perfecto sino contamos con demasiado espacio y queremos aprovechar este al máximo. Lo mejor es elegir una pared cercana a la ventana o, incluso, debajo de ésta para no tener problemas de luminosidad. Podemos completar con baldas voladas en la parte superior.
La segunda opción para el escritorio es centrarlo en la estancia, es decir ponerlo en medio. Este sistema es perfecto si trabajamos en casa y tenemos que recibir visitas. También es una buena fórmula para colocar librerías, archivadores o estanterías detrás de nosotros.
¿Dónde preferís tener el escritorio?
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