Si
trabajamos en casa debemos intentar buscar un lugar donde estar tranquilos, que
entre mucha luz natural y el espacio favorezca la concentración. Para cumplir
todos estos requisitos el estilo nórdico nos puede ayudar.
Una de las
bases es mezclar el blanco con la calidez de la madera (usada muchas veces sólo
en suelos) para recordarnos a la naturaleza y crear mezclas armoniosas.
Por otro
lado los ficheros y cajoneras con un toque industrial son bienvenidas para
poner un punto diferente y romper con la hegemonía del blanco.
Las piezas
vintage darán al despacho un aire personal.
¿Os gustan
los despachos de estilo nórdico?
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